Cuantas veces nos quejamos cuando buscamos empleo de no encontrar ofertas adecuadas a nuestro perfil profesional, a nuestra titulación, o que las ofertas que vemos tienen un montón de personas inscritas y nos desanimamos. Ante esta situación queda en el aire la pregunta que muchas personas me formulan” ¿Qué más puedo hacer?” Cuando les pregunto, “¿Has pensado alguna vez en contactar con las empresas que te interesan aunque no hayan publicado en estos momentos ninguna oferta que se ajuste a tu perfil?”, lo que en un lenguaje más formal se denomina autocandidatura o candidatura espontanea. La mayoría me reconoce que sí, que lo han pensado, la mitad me pregunta…”pero, ¿eso se puede hacer?”, aún menos personas me contestan afirmativamente, “sí, lo he hecho y a veces me ha dado buenos resultados” y muy pocos me cuentan que incluso han ido en persona a la empresa a presentarse.
Está bien que seamos prudentes y que no machaquemos a las empresas enviándoles millones de correos con nuestro cv, pero en los tiempos que corren, ¿es mejor hacer las cosas como siempre se han hecho, den o no buenos resultados, o es más eficaz encontrar nuevas vías para contactar con nuestros potenciales empleadores? Según mi experiencia profesional lo ideal es utilizar los medios tradicionales sin olvidarnos que siempre se puede hacer algo diferente que nos puede dar buen resultado, aunque sea a medio plazo. Utilizando un símil de campo, “Para recoger primero hay que sembrar”.
El demandante de empleo se encuentra ante el mercado laboral en una situación de tener que ofrecer su producto y, como cualquier comercial sabe, para contactar con los potenciales clientes se ha de estudiar primero lo que se va a ofrecer (autoconocimiento del demandante), estudiar el mercado (qué empresas le interesan y qué funciones podría realizar en ellas) y diseñar una estrategia para que le conozcan y se interesen por lo que les presenta. En este artículo me voy a centrar en el último aspecto, es decir, una vez escogidas las empresas que interesan, a través de la fuente de información que sea, presentarse de la forma más atractiva posible para captar su atención.
La autocandidatura la puedes presentar a una empresa, a una consultora de recursos humanos, a una ETT, a otras organizaciones e incluso a un contacto personal bien relacionado en el sector que te interesa.
Pero, ¿cómo se ha de hacer la autocandidatura? Va a depender de la fuente de la que hayas obtenido la información y de tu forma de ser. La más habitual es enviar un correo electrónico con una carta de presentación en el cuerpo del mensaje y un archivo adjunto que es un PDF de tu currículo. Es una forma rápida, cómoda y barata de contactar con muchas empresas cuando no conoces a nadie de la empresa, no has podido hablar por teléfono con alguien que se encargue de la selección de candidatos, cuando facilitan en su página web una dirección de correo electrónico y, sobre todo, cuando te da un poco de corte hablar por teléfono con la empresa. En ese caso es lógico pensar que regularmente revisarán los correos para ver los cvs que se han enviado. Se da por hecho que la empresa conoce tu interés y se pondrá en contacto contigo cuando lo considere oportuno, lo que ocurre es que normalmente no responden al envío y no sabes en qué posición te encuentras.
Establecer contacto telefónico es otra vía, ¿cuáles son las ventajas? Llamando puedes averiguar mucha más información de la que obtienes mirando su web o viendo las ofertas publicadas, a veces se descubren plazas que se prevén en un futuro próximo y aún no se han ofertado. Consigues un contacto personal al que puedes volver a llamar si lo consideras oportuno, demuestras mucha iniciativa e interés por la empresa, eliminas competencia y, si eres hábil preguntando, tienes la oportunidad de averiguar información muy relevante que te ayudará a dar a tu carta de presentación y a tu cv un enfoque más personalizado y concreto, más adecuado a las necesidades de la empresa, y por lo tanto con más garantías de éxito.
La autocandidatura telefónica tiene también sus pegas. Conseguir hablar con una persona vinculada a la selección en la empresa no siempre es fácil, especialmente si se trata de una empresa grande y hay muchos “filtros” para llegar a dicho departamento. Trata de ponerte en el lugar de los responsables de seleccionar candidatos, están muy ocupados, por eso te recomiendo que llames o a primera hora o a última hora de la tarde de la jornada laboral, nunca en horas centrales ya que estarán más concentrados en otras tareas y no te querrán atender. También hay que considerar que hay que prepararse una especie de guion para evitar divagar, o no obtener la información que quieres por no tener recursos para continuar una conversación cuando te dan una negativa.
Aquí tienes, a modo de resumen, las cuestiones “clave” que podrías desarrollar y plantear, con preguntas concretas y secuenciadas, a la persona que se encargue de atender a los candidatos interesados en incorporarse.
- Si hay vacantes a corto/ medio plazo. Si la respuesta es negativa, averiguar si estacionalmente se necesita personal. Aclarar si es o no un buen momento para enviar nuestro cv.
- Qué necesidades tiene la empresa (titulación/es que prefieren, conocimientos de informática, experiencia, condiciones laborales,…)
- Cómo quieren que contactes con ellos (mail, correo postal, entrevista, red social) y con quién (en ocasiones tienes que contactar con la central, o con una ETT…)
Por último, lleva un seguimiento cuando hayas hecho lo que te han indicado en la entrevista telefónica. Pasados unos días es cortés llamar y preguntar si les ha llegado la información que has enviado y agradecer su atención.
Otra manera de hacer candidatura espontanea es acudir en persona al lugar en el que queremos hacer entrega de nuestra autocandidatura. Este método puede servirte cuando conoces a personas de la empresa y te han dicho que vayas a llevar tu cv o porque tu contacto ha concertado una cita para ti con la persona responsable de atender a los candidatos. Presentarse sin previo aviso, además de hacerte perder el tiempo si no te quieren atender y no dar muy buena impresión, te genera más frustración que otra cosa.
En definitiva, escoge el modo que mejor se ajuste a ti y a la información que tienes sobre la empresa y piensa que se trata de conseguir resultados a medio plazo.
No es de extrañar que, pasados unos meses, cuando apenas recuerdas que hiciste tu autocandidatura, se pongan en contacto contigo y conciertes una entrevista de selección.
Inmaculada Badenes Luz Técnica de Empleo del Servicio Integrado de Empleo de la Universitat Politècnica de València.