Preguntas consideradas difíciles hay muchas y cada uno tiene su “infierno” particular según consideres tus lagunas, miedos… en general o para un puesto o empresa concretos.
Una de las típicas trata sobre nuestros puntos débiles. Te la pueden plantear de diferentes maneras pero la idea final siempre es la misma, aquí tienes algunas variantes:
-Cuéntame 3 defectos que tengas
-¿Cuáles crees que son tus debilidades para este puesto?
-Veo que no aportas experiencia / idiomas / conocimientos…para el trabajo
¿Qué me puedes decir al respecto?
-Si le preguntara a tu jefe anterior en qué sueles fallar, ¿qué me diría?
-Dime algo negativo sobre ti
-¿Qué desventajas crees que tiene tu contratación?
-¿En qué estás más flojo para este puesto?
-Me preocupa que no tengas experiencia / idiomas / conocimientos…
Aquí tenéis siete consejos útiles en cualquier caso:
1. Antes de acudir a la entrevista, reflexiona sobre qué puntos débiles tienes para esa empresa y/o puesto. Así no te pillará de sorpresa.
Por supuesto, también puedes reflexionar sobre tus fortalezas pero ahora nos estamos centrando en las debilidades.
2. No prepares la respuesta exacta, tipo loro. Se trata de transmitir autenticidad y sinceridad en esa situación concreta.
3. No des respuestas estándar, las manidas frases de “soy muy perfeccionista o me vuelco en el trabajo” no dicen nada, al contrario, de tan usadas no resultan nada creíbles.
4. No comentes una debilidad que hace que seas totalmente descartado. Por ejemplo, si optas a un puesto de logística, decir que eres desordenado no es buena idea…
5. No comentes una debilidad especialmente personal o íntima. Por ejemplo, decir que eres una persona desleal con tus amistades no tiene nada que ver con ningún trabajo y creará una pésima impresión.
6. Al explicar tus puntos débiles actuales puedes comentar cómo vas a superarlos. Esto es especialmente útil cuando se trata de conocimientos, por ejemplo: me estoy formando en ello, en poco tiempo puedo adaptarme, tengo una base e iré mejorando,…
7. Al explicar tus puntos débiles pasados puedes comentar cómo los superaste.
Para este último punto existe una técnica llamada STAR: Situación, Tarea, Acciones y Resultados. Son 4 pasos:
Situación: Es el problema a solucionar. Se expone el contexto, lo que pasó. Tarea: Se refiere a tu responsabilidad en la empresa. Describe cuál era el reto y las expectativas que había sobre ti.
Acción: Describe qué hiciste para resolver el problema, cómo y con qué medios o herramientas.
Resultado: Qué conseguiste. Explica el éxito final y las mejoras conseguidas con tu actuación. Si puedes, cuantifícalo y da datos objetivos y subjetivos.
Un caso que todos conozcamos, un camarero por ejemplo:
S: Un cliente se quejó duramente sobre la comida
T: Como camarero no podía hacer oídos sordos a esa situación, para un restaurante es lo peor…
A: Le pregunté exactamente qué le pasaba, ¿podía ayudarle en algo? ¿Le cambiaba el plato?
R: El cocinero le preparó otro plato prestando especial atención a la ración y presentación y quedó contento, ¡hasta nos dejó propina!
Para acabar y en definitiva, para responder a estas preguntas, y en general todas las de la entrevista, transmite entusiasmo: ¡Es contagioso!
Mónica Rodrigo Vergara, Técnico de Empleo del Servicio Integrado de Empleo de la Universitat Politècnica de València