Cuando atiendo a titulados y alumnos que se van a enfrentar a entrevistas de selección una de las dudas más comunes que me plantean es la de si serán capaces de manejar adecuadamente su lenguaje verbal y corporal para dar la imagen de seguridad y confianza que quieren transmitir como candidatos/as.
Los aspectos más importantes a tener en cuenta respecto al lenguaje verbal en una entrevista podrían resumirse en:
- Escoge una forma de expresarte adecuada a tu interlocutor, ni un lenguaje demasiado técnico que no pueda entender, especialmente si no es un especialista en nuestra área, ni tampoco coloquial, ya que quien nos selecciona no es nuestro amigo.
- Exprésate con argumentos convincentes y aportando ejemplos concretos de lo que quieres explicar.
- Ten en cuenta manejar algunos elementos importantes como hablar con volumen audible, cambia de entonación en las frases para que sea entretenido escucharte, maneja bien las pausas para enfatizar lo importante y habla a una velocidad que permita que te entiendan todo lo que dices.
Con cierta práctica y entrenamiento es relativamente fácil aprender a utilizar estos aspectos de una forma adecuada, sin embargo, ¿por qué algunas personas que hablan bien no transmiten esa credibilidad que buscamos?
Se debe fundamentalmente a que en cualquier acto de comunicación humana lo más importante, lo que queda, no es lo que se dice sino lo que transmite nuestro cuerpo y este aporta mucha información que a veces no apoya lo que decimos. Con nuestro cuerpo emitimos mensajes de los que no somos conscientes y por lo tanto es posible que nos delaten de nuestros verdaderas intenciones y sentimientos y a veces puedan incluso contradecir nuestra palabras.
Que no seas conscientes de todos tus gestos y movimientos corporales cuando te comunicas te perjudica o beneficia en función de si aprendes a “controlar” un poco estos aspectos y a “leer” en tu interlocutor/a , que en este caso es la persona que te hace la entrevista de selección y así poder captar sus verdaderas intenciones, más allá de lo que sus palabras te dicen.
Consejos básicos respecto a tu lenguaje corporal cuando seas entrevistado/a:
- Da la mano cuando el seleccionador/a dé el primer paso, sin apretar mucho pero tampoco blandamente, a la altura del pecho e inclinándote levemente hacia delante la parte superior del cuerpo. Un apretón firme siempre demuestra confianza y cordialidad.
- Siéntate cuando te lo indiquen, no antes. La cortesía es muy importante para crear una buena impresión.
- Cuando te sientes apoya tu espalda completamente en el respaldo, sin recostarte como en el cine, pero tampoco en el borde de la silla como si quisieras huir a la mínima ocasión.
- Tus manos que estén a la vista. Utilízalas para ratificar y enfatizar tus palabras, pero no para juguetear con objetos que distraigan al entrevistador/a. Evita el movimiento de “alisar” con tus manos las piernas u otra parte del cuerpo porque indica que estás nervioso/a.
- Mantén las manos y brazos sobre tus piernas o sobre los reposabrazos, sin invadir la mesa con ellos ni con objetos que lleves. Que tu silla esté un poco separada de la mesa para que la otra persona te vea bien y para no generar incomodidad.
- Las piernas y brazos se pueden cruzar pero de una forma distendida no con tensión que parezca que estás a la “defensiva”.
- Sonríe alguna vez a lo largo de la entrevista, mira a la otra persona a la cara y haz gestos como asentir con la cabeza que demuestren tu interés por lo que el entrevistador/a te cuenta.
- Si alguna pregunta te sorprende, respira y haz una breve pausa para pensar y mantén toda la calma que puedas. Evita hacer gestos o muecas de sorpresa, enfado, movimientos bruscos o repetitivos.
- Observa las señales corporales y/o verbales del entrevistador/a que te indiquen que da por finalizada la entrevista. Es el momento de levantarte y demostrar cordialidad con una sonrisa y dar la mano. Agradece el tiempo que te han dedicado. La despedida es tan importante como el inicio de la entrevista
Algunos de los gestos y posiciones corporales que puedes observar en la persona que te entrevista te pueden dar pistas de si “va todo bien” o sería conveniente que te esforzaras un poco más para “llegarle.”
- Fíjate cómo va evolucionando a medida que transcurre la entrevista la posición de la cabeza de tu interlocutor/a. Normalmente empezará mostrando su la lado derecho que es el del control y la vigilancia, así como cuando haya algo que tenga interés en averiguar de ti, y a medida que se va interesando y le gusta lo que le cuentas” baja la guardia” y muestra en algunas ocasiones su lado izquierdo de la cara/cabeza.
- Si su posición en la silla es durante bastante tiempo hacia detrás como recostado/a y hacia la derecha y además va acompañado de cruce de piernas y/o brazos podrías pensar que el seleccionador/a parece un poco desinteresado/a por lo que escucha. En este caso deberías esforzarte por captar su interés contándole algo que le pueda gustar.
- Puede tocarse el lóbulo de la oreja como para “escuchar mejor” algo que le interesa y abrir los ojos también para comprender/ver mejor una explicación. Si por el contrario se tapa levemente la oreja o cierra los ojos , son señales de disminución de su interés.
- Rascarse el puente de la nariz indica curiosidad, sin embargo no es señal muy positiva que se tape con los dos dedos la nariz, es generalmente una pista de “cierre”, de que lo que escucha le parece problemático y no lo quiere dejar entrar.
- Si te fijas en la posición de tu interlocutor, cuando existe “sintonía” contigo las dos personas tendéis a girar la cabeza en el mismo sentido y la posición de piernas y parte superior del cuerpo parecen que se buscan. También se nota que “os entendéis” porque el volumen y ritmo del habla son muy similares y usáis ,en algún caso, las mismas palabras
- Si en la despedida al darte la mano lo hace con firmeza, mirándote a la cara y te toca levemente con algún dedo/mano el brazo son señales positivas de acercamiento.
Para concluir debo recomendar algo muy importante: todas estas señales que el cuerpo emite inconscientemente se deben interpretar atendiendo al contexto de la situación, no son reglas fijas. No siempre unos brazos cruzados o taparse la nariz del entrevistador significa que no le gustamos. Hay que observar si son gestos que se repiten y/o se instalan y van acompañados de otras señales verbales que parecen corroborarlo. Así que toma estos indicios como pistas pero no como afirmaciones absolutas. Trata de sacar partido a tu cuerpo y de captar intuitivamente lo que la otra persona te transmite para adecuarte lo mejor posible y realizar una entrevista satisfactoria
Inmaculada Badenes Luz
Orientadora del Servicio Integrado de Empleo-UPV