No, nunca mientas en las entrevistas. De verdad que no vale la pena y además te pillarán y será peor…Pero entonces, ¿cómo cuento las cosas sin faltar a la verdad y sin perjudicarme, cuando la información que quiero transmitir no es totalmente positiva o no me deja en buen lugar?
La clave está en la expresión siendo hábilmente sincero.
No cometas un “sincericidio”, cuenta tu realidad desde una perspectiva de veracidad, respeto y mejora.
Aquí algunas sugerencias de lo que NO debes hacer:
- No memorices respuestas automáticas
- No divagues ni des demasiados detalles
- No niegues lo evidente, ni te disculpes o justifiques
- No exageres ni peques de humilde
- No critiques, describe hechos
Y aquí algunas sugerencias de lo que te conviene:
- Usa expresiones de motivación y seguridad
- Realiza comentarios positivos de cómo solucionaste o vas a solucionar ese punto
- Controla la información que quieres dar
- Responde a lo que te preguntan sin escabullirte
- Simplemente da alguna explicación pertinente
Imagina que no dominas un idioma tanto como la empresa solicita, los pasos a dar en tu respuesta podrían ser estos:
- Reconoce que tu nivel no es altísimo
- Aclara cómo usas a nivel profesional ese idioma, cómo te manejas con él
- Cuenta un caso concreto del uso que le dabas a ese conocimiento y que te permitía desenvolverte sin mayor problema.
- Informa de cómo sigues mejorándolo.
- Da alternativas o soluciones
Quedaría algo así:
“Mi alemán no es muy alto en conversación, sin embargo en mi anterior trabajo he contactado con los clientes vía mail con soltura, después en persona me han entendido y yo les he entendido a ellos. Actualmente estoy asistiendo a clases y además también hay que tener en cuenta que en inglés me muevo mejor y es otra posibilidad para comunicarme”
Naturalidad sin perder de vista tu objetivo. ¡Mucha Suerte¡
Mónica Rodrigo Vergara, Técnico de Empleo del Servicio Integrado de Empleo de la Universitat Politècnica de València