Cuando acuden a tutorías tanto los estudiantes de últimos cursos o de máster como los titulados con poca experiencia, normalmente lo que les preocupa más es contactar con las empresas y que éstas les presten atención.
Algunos han intentado sin éxito contactar a través del correo electrónico y no han recibido respuesta, y, en el mejor de los casos, un breve, “Gracias por el interés mostrado por nuestra empresa, pero de momento no necesitamos cubrir ninguna vacante. Le tendremos en cuenta para una futura selección”.
Y las dos preguntas que les formulo y te formulo a ti son ¿Sabes en qué eres bueno profesionalmente? y, ¿sabes qué tipo de ocupaciones te ajustan a tu perfil profesional?
La contestación que se suele dar es poco concreta. “Hombre claro que me conozco, quiero trabajar de ingeniero/a en…, o de licenciado/a en…”, que corresponde a los estudios universitarios en curso o ya realizados.
Mi respuesta es la misma: sí lo que quieres es hacer valer tu candidatura para que las empresas se fijen en ti, tienes que pensar en tener una estrategia de márquetin. A lo que la gente responde generalmente”Claro, saber venderse. Es que yo no sé venderme”.
Seguro que si te pongo un ejemplo de cómo saber vender correctamente lo vas a ver claro enseguida.
Tú eres dependiente de una tienda que vende móviles. Cuando te incorporas a la tienda lo primero que haces es saber qué tipo de productos hay en la tienda. Cuando ya los conoces bien, sus características, sus prestaciones, sus precios, piensas incluso en qué tipo de móviles y accesorios serán más adecuados dependiendo del tipo de cliente que se te presente en la tienda. Seguro que si has observado a algún vendedor te das cuenta de que no tiene la misma estrategia de venta ni ofrece el mismo tipo de producto a una señora mayor jubilada que a una chica de 15 años, pues sabe que los gustos, necesidades, utilidades y capacidad de uso de unos u otros elementos cambia mucho según el tipo de personas.
¿Verdad que has comprendido que no se puede vender a todas las empresas lo mismo?
¿Has visto como el primer paso para poder “vender” empieza por conocer a fondo las características del producto que vas a ofrecer?
Pues es en este momento cuando empiezas a plantearte cómo vas a analizarte tú (el producto), y buscas una herramienta de análisis conocida de tus tiempos de estudio, muy sencilla e intuitiva un DAFO. Sabes que consta de cuatro partes, correspondientes a las cuatro letras del acrónimo: Debilidades, Fortalezas, ambas te corresponden directamente a ti, y Amenazas y Oportunidades, que se refieren al entorno.
Normalmente se empieza por las que se refieren a tus puntos fuertes ( Fortalezas). Para analizarlas te recomiendo que las subdividas en:
- a) Conocimientos, b) habilidades profesionales y personales, c) cualidades, d) intereses y motivaciones y e) otros elementos positivos que te ayudan.
El análisis comienza formulándote tres preguntas clave a los apartados de: a) Conocimientos: qué he aprendido en estos años, para qué sirve lo que he aprendido y por último, qué ocupaciones necesitan estos conocimientos para desempeñarse.
En el apartado de: b)Habilidades, recomiendo que hagas una lista exhaustiva de todas las actividades que has realizado durante tu vida , de tipo profesional (hacer prácticas en la universidad, en una empresa, …) y en tu tiempo libre(deportes, música, voluntariado, trabajos esporádicos, monitor, …) y que a cada una de estas actividades le formules las siguientes tres preguntas: que habilidades profesionales y/o personales he desarrollado con esta actividad, para qué sirven estas habilidades y , qué ocupaciones necesitan estas habilidades para realizarse.
El análisis prosigue con cada uno de los otros tres apartado, c), d) y e), teniendo en cuenta que no sólo eres estudiante o trabajador, eres persona y tienes muchas características positivas que pueden servirte para completar tu perfil profesional y personal.
En la letra D, Debilidades, se trata de ver en qué áreas o apartados sabes que necesitas mejorar, en ¿conocimientos?, en ¿habilidades porque apenas has hecho actividades más allá de estudiar? ¿En cuestiones de carácter que no te gustan de ti? ¿En otros aspectos como edad, falta de recursos económicos o de apoyo familiar?
No sólo saber lo que te falta es suficiente, hay que plantearse objetivos concretos y con una fecha de caducidad para comprobar que los has alcanzado. Por ejemplo, no sirve “mejorar mi inglés” pero sí te sirve “Obtener el certificado del First Certificate de Cambrigde el mes de noviembre de 2018”.
En la mayoría de ocasiones un aspecto de las debilidades radica en una falta de red de contactos profesional que te permita conocer a las empresas y lo que buscan para que te ofrezcas a ellas cuando surjan las vacantes.
Respecto a los apartados de Amenazas y de Oportunidades el enfoque cambia, ya que dependen de tu entorno y no enteramente de ti.
Recomiendo no preocuparse por el de Amenazas, pues ya las conocemos demasiado bien, la competencia externa, que donde vives no haya muchas oportunidades en el tipo de empresa/trabajo que te gusta, la crisis….. Sé realista y no te agobies por el pesimismo de la gente ni por lo que no puedes cambiar y actúa en aquello que puedas.
Un apartado en el que es muy interesante invertir esfuerzos e imaginación es el de
Oportunidades. Las mejores ideas proceden de personas que están abiertas a descubrir las novedades y las tendencias, consultando, por ejemplo, Google Trends, Google Scholar y Google Alerts. Que invierten mucho tiempo y esfuerzo en ampliar sus contactos personales , en mejorar su visibilidad en las redes sociales, especialmente en LinkedIN y ,que asisten y participan en todos los eventos que se organizan dentro de la UPV como Foro de empleo, Quédate, y los que se organizan desde los colegios profesionales, ferias y foros del sector. Además, buscan oportunidades en revistas especializadas, webs de empresas y de universidades, y se inspiran en los vídeos TED de Youtube,..
A partir de todos estos datos se abren a nuevas oportunidades y exprimen esas fuentes de información creativamente
Ánimo, si conoces bien el producto (tú) sabrás qué contar y cómo contarlo y decidirás qué empresas son las que te interesan para conseguir tus objetivos. Dando estos pasos estás gestionando adecuadamente tu carrera profesional.
Ten paciencia y no pongas excusas, como dice @Alfonso Alcántara de Yoriento:
No hagas de la búsqueda de la perfección (de los planes u objetivos) una excusa para no empezar.
Inmaculada Badenes
Orientadora Profesional SIE-UPV